Como bien sabemos el Corvette es un símbolo de la industria automotríz estadounidense, al igual que tantos otros modelos que al nombrarlos nos traen a la mente un gran motor, muchos caballos de potencia, olor a caucho quemado y tracción trasera. Elementos de seducción que conmueven en cualquier rincón del planeta.
Bajo estos influjos habrá caído Geiger Cars, otro preparador alemán que seducido por el Corvette ZR1 2009, no dudó en echarle mano para devolverle a los estadounidenses una bestia aún más radical de la que ellos construyeron.
El ZR1 de Geiger eleva su potencia hasta los 710 CV, lo suficiente para dejar en ridículo los 638 CV que entrega el motor V8 de 6.2 litros sobrealimentado por un turbo que viene de fábrica. El torque ahora es de 917 Nm, que se trasladan al eje trasero a través de una caja de sexta y alcanza una velocidad final de 340 kilómetros por hora.
El trabajo del preparador se focalizó en el motor, dejando el resto de los elementos mecánicos (chasis, suspensión, escape, frenos, etc) tal cual vienen de fábrica. Es que el Corvette ZR1 viene preparado para exigirlo al máximo. Prueba de ello es que se mantiene el sistema de amortiguación de dureza variable denominado Magnetic Selective Ride Control y los frenos carboceramicos con discos perforados.
El diseño exterior del auto se basa en los míticos GT de los años sesentas y setentas, décadas en las que los muscle cars encontraron sus años dorados.
Una prueba más de que a los alemanes no les tiembla la mano a la hora de abrir un capó.
Vía: Automobilemag
Escrito por Nico Esteban 
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